domingo, 3 de junio de 2012

   ¿Qué es la enfermedad?
   ¿Por qué y cuándo enfermamos?
   ¿Por qué padecemos cierta enfermedad y no otra?
Todas estas cuestiones son sencillas de responder. Enfermamos cuando hay un desequilibrio entre lo que pensamos y lo que hacemos. Un desequilibrio constante y continuado. Se produce un "mal-estar" que va dando paso a la enfermedad.
   La enfermedad está directamente relacionada con nuestros problemas:

  1. Si solucionamos nuestro problema, solucionamos nuestra enfermedad.
  2. Si nos acostumbramos a vivir con el problema, vivimos con la enfermedad.
  3. Si el problema nos supera, también nos supera la enfermedad y fallecemos.
   Es así de sencillo.
   Estudios realizados demuestran que personas con un mismo problema, padecen los mismos síntomas, la misma enfermedad. Según qué tipo de problema, se padece cierto tipo de enfermedad.
   Ya lo decían los clásicos: "mente sana en cuerpo sano".
   San Pablo decía: "el hombre es lo que piensa".
   Es en la mente, en su devenir cotidiano, donde se producen ciertos pensamientos destructivos para nosotros mismos. No somos conscientes de ello, si no, no los tendríamos y no enfermaríamos. Por eso no se le puede echar la culpa a nadie de su enfermedad, pues la gente no suele ser consciente de todas los pensamientos que pululan por la cabeza a lo largo de todo el día y todos los días.
 
    Vamos sólo a poner la cabeza como ejemplo.

  1.     Los ojos se irritan o padecen cuando lo que vemos nos duele o irrita.
  2.     Los oídos nos duelen, cuando lo que nos dicen (oímos) nos duele. 
  3.     Las muelas y los dientes, es con lo que molemos lo que nos "tragamos".
  4.     La cabeza nos duele cuando somos injustos con nosotros mismos. Cuando dejamos de hacer algo que queremos para complacer al otro.
  5.     La nariz es el reconocimiento de uno mismo. Se nos atasca o atora cuando no reconocemos lo que somos y lo que valemos.
    Todos éstos problemas nos suceden con la que gente que amamos, con los nuestros: Con nuestros padres, parejas, hermanos e hijos, también con los jefes y los más allegados, o sea, con la gente que nos importa y nos duele, ves? con la gente que nos duele: y enfermamos.
     Sólo siendo consciente de lo que uno tiene en sus pensamientos, puede evitar el" malestar" y en consecuencia, la enfermedad. Por eso hay que ser muy positivo.
    Bueno, hasta el próximo día, que os contaré casos reales. Un abrazo.
   

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